La Rendición de Breda (1625):
La última victoria española del siglo XVII


En un asedio que perduró nueve meses, Ambrosio Spínola condujo la rendición de la ciudad holandesa de Breda el 5 de junio de 1625. Este hito histórico fue inmortalizado por Velázquez en su destacado cuadro, aunque erróneamente conocido como "Las Lanzas". La genial representación artística de Velázquez captura la intensidad y la trascendencia de este evento militar.

La ciudad holandesa de Breda se rindió a las tropas españolas el 5 de junio de 1625, marcando una histórica victoria liderada por Ambrosio Spínola. Este hecho quedó inmortalizado en la obra maestra de Diego de Velázquez, popularmente conocida como "Las Lanzas".

En el contexto de la Guerra de Flandes, que había perdurado ya por más de 60 años, Felipe IV y el conde-duque de Olivares buscaban retener las tierras a toda costa. Ambrosio Spínola, destacado general español, asumió el mando de las operaciones en los Países Bajos y, en la primavera de 1624, fijó su objetivo en Breda, una ciudad fortificada y crucial para los rebeldes holandeses.

El asedio comenzó el 28 de agosto de 1624, con Spínola desplegando su ingenio militar para superar las formidables defensas de la ciudad. Durante 17 días, se erigieron trincheras, fuertes y parapetos, creando una doble línea fortificada con 96 reductos, 37 fortines y 45 baterías. La fama de Spínola como ingeniero militar atrajo visitantes de toda Europa, entre ellos el rey de Polonia y el duque de Baviera.

A pesar de la aparente inexpugnabilidad de Breda, los sitiadores perseveraron. El invierno no interrumpió el asedio, y la artillería de sitio, junto con el constante martilleo, socavaron las defensas. La escasez de alimentos y la falta de socorros llevaron a los defensores a la desesperación.

Después de nueve meses de asedio, las conversaciones de rendición comenzaron el 31 de mayo de 1625. El 5 de junio, la guarnición sobreviviente de Breda, en condiciones precarias, entregó la ciudad a Spínola. Las celebraciones en Bruselas y Madrid fueron efusivas, marcando el punto culminante de la carrera militar de Spínola.

Sin embargo, la victoria no evitó el declive del poderío militar español en Flandes. La falta de recursos impidió emprender nuevas ofensivas, y en 1648, después de más de ocho décadas de guerras, España reconoció finalmente la independencia de las provincias holandesas. Breda, aunque representó el cenit de la carrera de Spínola, marcó también el fin de una era en la historia militar española en la región.



La rendición de Breda o Las lanzas. Obra de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez

La rendición de Breda o Las lanzas. Obra de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez

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